Se necesitan nuevas piedras,
para tropezar distinto.
O -tal vez- nuevos pies,
que no soporten el mismo golpe de siempre.
Algo
que
-entre piedra y camino-
asombre nuestros pasos, nuevamente.
Y es que sin asombro, sin asombro... ¡Ay! ¿Cómo es posible vivir?
La vida dibuja un árbol...
"Mas lo que me conmueve y, próximo, arrebata -trayendo, sin pedirlo, estas lágrimas-, eso que, anocheciendo, se revela cercano, y en lo interior madura: eso vive, y ninguno sabe el nombre."
domingo, 22 de enero de 2012
sábado, 7 de enero de 2012
martes, 3 de enero de 2012
"¿Es cierto —dijo el discípulo— que, hagamos lo que hagamos, vayamos donde vayamos, siempre nos encontraremos en el punto de partida?"
"Lo importante —dijo el maestro— es partir; ya que el punto de llegada sólo es el mismo punto desplazado".
Si hay una coherencia en mi, sólo es debido a la continuidad de mis contradicciones.
Amén.
"Lo importante —dijo el maestro— es partir; ya que el punto de llegada sólo es el mismo punto desplazado".
Si hay una coherencia en mi, sólo es debido a la continuidad de mis contradicciones.
Amén.
sábado, 31 de diciembre de 2011
no alcanzan los ojos
la mitad del vaso lleno
la totalidad del vaso
el agua
el vaso
la mesa que sostiene el vaso
el piso donde se ubica la mesa...
NUNCA una sola mirada
SIEMPRE una mirada parcial
viernes, 30 de diciembre de 2011
Falta el verbo
Todos (...) con él,
yo (...) contra él.
Todos (...) su rostro,
yo (...) su espalda.
Todos (...) su luz.
Yo (...) su sombra.
Todos (...) su palabra.
Yo (...) su silencio.
Todos (...) su carne,
yo (...) su sonido.
Todos (...) por si.
Yo (...) por no.
Al principio, el Verbo.
y ¿después, durante?
jueves, 29 de diciembre de 2011
po e ma
un poema se vuelve una canción
una canción que se tararea con voz de pájaro;
una voz que parece caminar por una cornisa y estar a punto de caerse,
pero nunca se cae, sigue y punza ahí donde tiene que punzar.
una canción que se tararea con voz de pájaro;
una voz que parece caminar por una cornisa y estar a punto de caerse,
pero nunca se cae, sigue y punza ahí donde tiene que punzar.
Vamos a lo abierto
"Ciegamente reclama duración el alma arbitraria
cuando la tiene asegurada en vidas ajenas,
cuando tú mismo eres el espejo y la réplica
de quienes no alcanzaron tu tiempo
y otros serán (y son) tu inmortalidad en la tierra."
(J.L. Borges)
Abrirme a lo imprevisible, al acontecimiento de la otredad; a la hospitalidad de mi enemigo, a la angustiosa fuente de nuestras diferencias, por fuera de mis propiedades. Mis propiedades, que -paradójicamente- no son lo propio de mi.
Lo propio de mi, se asemeja a lo propio del otro. Lo propio es imposible sin el otro; lo otro es imposible sin lo propio: lo propio es el común de lo imposible.
Me abro al imposible, en un sí posible desde mí. Mi "yo" mismo se abre en un sí al "vos" ajeno, en extensión. Un "si" que "desotra" al otro, que lo acoge como parte de mi, ¿de mi propiedad?
Un sí, que me hace posible imprevisiblemente y, que a su vez, me desembaraza de toda propiedad.
La hospitalidad, tiene lugar en el vacío. En la no-posesión. Y en el vacío no hay diferencia, ni hay yo, ni hay otro, ni hay. En ese vacío se traduce lo eterno. La imposible imposibilidad de lo eterno o la imposibilidad de lo imposible.
Todo acontecimiento, es una apertura realmente posible a lo dado en la otredad.
jueves, 22 de diciembre de 2011
Regar antes de que llueva,
para poner una prueba al cielo;
como si ciertos actos pudieran anticiparse,
o participar -también nosotros- del acto creador.
Es una prueba del hombre para el hombre, del hombre para sí mismo:
pues
la tierra volverá a humedecerse, irremediablemente
y nosotros seremos moldeados una vez más por otra mano que no es la nuestra.
Una mano sin instrumento.
Podemos
crearlo todo
sólo
para eliminarlo todo;
ese algo insatisfecho que canta en el alma
algo que falta partir
(partir de romper / de irse.)
y así, esperar en lo abierto,
como la tierra que espera a la lluvia
aún cuando no espera mojarse.
para poner una prueba al cielo;
como si ciertos actos pudieran anticiparse,
o participar -también nosotros- del acto creador.
Es una prueba del hombre para el hombre, del hombre para sí mismo:
pues
la tierra volverá a humedecerse, irremediablemente
y nosotros seremos moldeados una vez más por otra mano que no es la nuestra.
Una mano sin instrumento.
Podemos
crearlo todo
sólo
para eliminarlo todo;
ese algo insatisfecho que canta en el alma
algo que falta partir
(partir de romper / de irse.)
y así, esperar en lo abierto,
como la tierra que espera a la lluvia
aún cuando no espera mojarse.
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